viernes, 28 de enero de 2011

Grafología, los secretos de tu escritura

Por: Luza Alvarado, el 27 de enero de 2011, 06:44 AM


Alguna vez te has fijado en la letra de los demás? Es tan particular como una huella digital, ¿no es cierto? La caligrafía es tan importante y significativa que se le han dedicado siglos de análisis e interpretación. Más allá de las palabras, y gracias a la grafología, en los rasgos de la escritura se nos revelan la intimidad y la personalidad de quienes nos rodean.

Para saber más al respecto, me acerqué al Doctor Javier Velasco, psicólogo de la UNAM, Maestro en Psicoterapia, grafólogo y experto en temas de Psicología Organizacional. Javier llegó a la grafología como mucha gente, por curiosidad, y desde su primer diplomado no ha dejado de estudiarla, pues la considera una gran herramienta de diagnóstico.

"Te puedes ahorrar cuatro o cinco años de terapia con un solo escrito. Parece algo mágico", afirma Javier, quien además de utilizar la grafología en terapia, da asesoría organizacional a empresas. En el proceso de contratación, los reclutadores piden a los postulantes que elaboren un escrito, se lo envían a Javier y él lo analiza minuciosamente. "Mediante la grafología puedes saber si la persona es mentirosa, deshonesta o diplomática; en la escritura no puedes ocultar nada", afirma.

Caligrafía transparente
En los distintos cursos que da Javier, han analizado la caligrafía de Hitler, Juan Pablo II, Isabel la Católica, el rey Fernando, la madre Teresa de Calcuta, entre otros. "Es impresionante cómo su escritura revela los rasgos de su personalidad; la caligrafía es su intimidad tangible, es un acto reflejo, es la manifestación más profunda del inconsciente porque se conecta todo, sentimiento, pensamiento, movimiento. Es más, ni siquiera la gente con desórdenes mentales severos puede dejar de expresar su verdadera personalidad", recalca el especialista.

Pero la grafología no es nada nuevo. Su estudio viene desde la antigüedad griega, hace más de 4000 años. "Platón decía que puedes conocer a alguien si estudias su escritura. Sin embargo, fue en la Edad Media cuando un monje francés comenzó a darle formalidad al estudio, analizó las inclinaciones de las letras y tipificó algunos rasgos", aclara Javier. A partir de dichos avances surgieron varias escuelas en Europa, en Argentina y, sobre todo, en España. "Se llegó a un método científico, riguroso y ordenado; se hizo un estudio profundo de la personalidad en comparación con la escritura. Hoy sabemos que cada personalidad escribe de manera distinta, y que la letra de una persona nos puede mostrar su complejidad como ser humano", concluye el especialista.

Hoy en día, la grafología es una herramienta en expansión. En el ámbito legal se usa para autentificar firmas y escritos, en terapia se usa para revelar algunas cuestiones del inconsciente que están demasiado escondidas, y en muchas empresas se usa como test psicométrico.

Uno se preguntaría si, así como se puede fingir experiencia en una entrevista de trabajo, con ciertos conocimientos de la grafología se pudieran fingir rasgos de personalidad. Javier responde un terminante NO: "Aunque estudies mucho y trates de fingir un perfil, no puedes, es un acto reflejo, los trazos vienen desde las profundidades del inconsciente". Y agrega: "Hay que tener bien claro que el análisis de un escrito no define a una persona como buena o mala, ni siquiera como buen ingeniero o mala contadora, simplemente se usa para diagnosticar si la personalidad del postulante coincide con el perfil del puesto. Se puede saber si la persona es bonachona, diplomática, abusiva con los subordinados, etc. Por ejemplo, si se requiere liderazgo, de empuje, y en la prueba sale que el postulante es un buen ejecutor y algo tímido, entonces no es apto para el puesto", explica Javier, quien añade que estos tests tienen un 90% de confiabilidad.

El método
Analizar un texto e interpretarlo es un ejercicio complejo que reúne muchos factores y sigue un método preciso. "La prueba más confiable se hace sobre papel blanco y con bolígrafo", advierte Javier, "los tres o cuatro primeros renglones de un escrito no se analizan, porque el cerebro apenas se está conectando. Después del quinto renglón, por lo general, ya aparecen tus rasgos de personalidad".

Con lupa y transportador, el grafólogo analiza la inclinación de las letras, los márgenes, la intención, la presión sobre el papel, los rasgos, la dirección del renglón, etc. "Tienes que ver el completo de la hoja (contexto gráfico), revisar si se repiten rasgos (más de cinco veces es algo concluyente, si no, se descartan) y cómo se combinan entre ellos", describe el terapeuta. "Aún cuando tengamos mucha práctica, tenemos que tener el manual junto a nosotros, hay muchas sutilezas que determinan si se trata de una personalidad y no de otra. Incluso, hay aspectos que no están en el texto pero que permiten hacer una interpretación más acertada, como el país, el año en el que fue escrito, la edad, si se trata de una carta, un apunte, un diario", aclara Javier.

Una vía de conocimiento
No es una exageración cuando decimos que la escritura de cada persona es tan particular como su huella digital. Javier lo confirma: "Hasta que estudias grafología te percatas de la gran cantidad de rasgos únicos que tiene la escritura, los ángulos, las curvas, letras abiertas, cerradas, etc. Con el paso del tiempo y las vueltas de la vida, hay caracteres que cambien un poco, pero la esencia de la escritura siempre es la misma".

La grafología, a pesar de su especialización, no es sólo para peritos, terapeutas o reclutadores. A una persona común y corriente también le puede traer muchos beneficios, "es una herramienta que te ayuda a entenderte a ti mismo a través de tu letra", dice Javier, "por ejemplo, si la ves que está un poco inclinada hacia abajo, quizás hay por ahí una depresión que no has reconocido; hay días en que mi letra se vuelve más angulosa o ejerzo mucha presión sobre el papel, entonces me doy cuenta de que traigo un enojo atorado".

Conocer a quienes te rodean a través de su caligrafía es otra de las aportaciones de la grafología. "Cuando analizas la carta del novio, de la mamá o del bisabuelo, descubres rasgos de su personalidad que ni ellos sabían de sí mismos. No hay engaño, todo está ahí. La grafología es una gran herramienta de autoconocimiento y de conocimiento de los demás", explica Javier.

Algunas claves
- La letra M te deja ver qué tan importante es el yo, la familia, las cuestiones sociales.
- La G es la letra de la sexualidad (no tiene que ver nada con el punto G, aunque curiosamente coincide). Por la forma de la G puedes saber si la persona está reprimida, si es muy activa, apasionada, si tiene sexo sólo por cumplir o si tiene problemas de identidad sexual, perversiones, etc.
- Cuando la O es muy redonda y destaca del resto de las grafías, puedes saber si la persona tiene complejo de gordo. El complejo de chaparro o bajito se encuentra en la letra I; lo tiene si la hace muy corta, muy bajita.
- Las conductas adictivas (drogas, alcohol) quedan manifiestas en la letra O (se ven dos puntitos) y en las letras que tienen jambas (trazos descendentes, como en la q, la g), las "patitas" se ven temblorosas.
- Si la letra tiende a inclinarse hacia arriba y va acompañada de terminaciones hacia la derecha, puede tratarse de alguien progresista y con cierto liderazgo. Si esto es exagerado, se trata de alguien "trepador" que pasa por encima de los demás. Cuando la escritura va hacia abajo, te habla de alguien depresivo o mentiroso.
- Los optimistas y la gente muy adaptable traza renglones sinuosos, los rutinarios hacen las letras siempre del mismo tamaño, la gente hábil para ejecutar y seguir esquemas, generalmente escribe todo con mayúsculas.
- Los rasgos filiformes (esa letra que se escurre o que parece hecha de hilitos), pueden revelar mentira, o bien, hablarte de una inteligencia muy penetrante y aguda.
- La firma revela lo que quieres que los demás vean de ti.
- Una buena interpretación se conforma del análisis minucioso de muchos rasgos (contexto), no sólo de una palabra o un grupo de letras sueltas.

Si quieres contactar al Dr. Javier Velasco, escríbele a velfer2001@yahoo.es
Su próximo curso inicia el 19 de febrero en México DF.

La chica correcta

Por: Luza Alvarado, el 24 de enero de 2011, 06:36 AM


"Quería ser la chica perfecta para mí, pero eso es mentira. El hecho de vestirme de una forma o trabajar en X cosa no significa que esté buscando un estereotipo que combine conmigo. Ella tendría que ser la chica correcta para sí misma".
No pude evitar volver la mirada para saber quién había dicho semejante frase. Se trataba de un chico que hablaba con su mejor amiga, seguramente sobre una reciente decepción amorosa. La verdad, me encantó escucharlo de manera tan contundente. Me quedé pensando en qué significa eso de ser "la chica/la persona correcta para sí misma", y llegué a algunas conclusiones.

Casi todos nos hemos enganchado con una persona que al principio parecía de una forma, pero que poco a poco fue mostrando su verdadera personalidad. Cuando llega el momento de la verdad, nos preguntamos: "¿por qué me engañó, por qué necesita fingir que es alguien más?". Sin duda, nos tiene que pasar alguna vez en la vida para ser más cuidadosos con lo que escuchamos. No se trata de volverse un inquisidor, pero tampoco hay que dejarse llevar por la historia de perfección que nos están contando, sobre todo cuando coincide exactamente con lo que queremos escuchar.

Cuando alguien está esforzándose demasiado para ser aceptado, se nota. Hay algo de incomodidad en su presencia, hay contradicción entre lo que proyecta, lo que piensa y lo que hace, pues está viviendo un dilema: ser él mismo o ser lo que el otro espera. Tratar de ser "la persona ideal" te convierte en una caricatura de ti mismo. Si al cabo de un tiempo no terminas esquizofrénico, seguramente sí acabarás cansado y frustrado, preguntándote por qué no te quieren tal y como eres.

Lo más importante para construir un vínculo real y valioso, es ser auténtico y no esperar que nos quieran por nuestra supuestas cualidades; ser una persona de una sola pieza nos hace confiables, cuando nos asumimos tal y como somos y actuamos sin sorpresas, no hay duda, nos ganamos el respeto de los demás.

Pero, ¿por qué fingir ser algo que no somos? Me he encontrado con personas que desean cumplir con ciertos roles porque fueron reprimidas o juzgadas cuando intentaron ser auténticas. En el mejor de los casos, la frustración hace que tengan añoranzas románticas por lo que les hubiese gustado hacer, pero viven en deuda con ellas mismas. En el peor de los panoramas, también sienten envidia y descalifican a quien sí logró abrirse camino a pesar de los juicios de otras personas. Por más difícil que parezca, hay que darle espacio a eso que nos apasiona, además de liberarnos de esa deuda, nos hace personas armoniosas y satisfechas.

Quizás no tenemos la necesidad de fingir ser otra persona en nuestro día a día, pero de cierta forma aprendimos que "la primera impresión es la que cuenta" y entonces nos esforzamos por dar una visión irreal de nosotros mismos, nos aumentamos por aquí, nos recortamos por allá... Yo me pregunto: ¿se trata de venderse o de conocerse? En una relación de pareja, la modestia es tan inútil como la pretensión. Estas dos actitudes tienen su razón de ser en el contexto del trabajo, la educación o los negocios, pero no son necesarias en las relaciones personales. Si pretendemos establecer alguna a largo plazo, no importa si el primer día lo convencemos de tener X o Y cualidad, tarde o temprano, el tiempo revela la verdad, y ésta no puede esconderse debajo de la modestia y las pretensiones.

Ser confiable es uno de los mayores retos en la vida, ni se diga en una relación. Tomemos el ejemplo de la puntualidad, ¿cómo vamos a confiar en alguien que dice que llegará a las 8:00 y llega a las 9:00 sin ofrecer ni media disculpa? O bien, nos comprometemos a modificar una mala actitud, pero cada vez que la repetimos, nos justificamos con un nuevo argumento. Ser confiable es dejar de prometer maravillas sólo para quedar bien con alguien más; hay que esforzarse para ser fiel y comprometido con uno mismo. Si sabemos respetar nuestra propia palabra y cumplir nuestros propios compromisos, lo más probable es que alguien más piense que vale la pena estar cerca de nosotros.

¿Y para ti qué significa "ser la persona correcta"?

¿Salir o no salir con varios a la vez?

Por: Eugenia Correa, el 19 de enero de 2011, 05:56 AM


Cuando aun eres soltera pero "sales" con varios hombres en citas para elegir al adecuado ¿te sientes culpable? o ¿eres de las que cree que antes de elegir hay que probar cada platillo en el buffet?

En mi experiencia personal, aunque por un momento puede parecer divertido que varios hombres se interesen por ti a la vez, que te inviten a salir y que tengas cada día de la semana ocupado con un chico diferente, al pasar de los días comienzas a olvidarte de lo que dijiste a uno u otro, pareces una abuela contándole las mismas historias al mismo chico… te conviertes en un desastre en dos patas… pero como dije esa es mi experiencia. Hay que ser bastante disciplinada para poder dobletear o triplicar galanes sin morir en el intento. Y luego lo peor es cuando alguno comienza a pedir mayor exclusividad y ya no sabes ni cómo deshacerte de los demás, o de ese mismo porque amenaza con destapar todo tu jueguito.

También, siendo sincera, comienzas a sentirte un poco culpable pues aunque no has prometido nada a nadie y ninguna es una relación seria, solo están “saliendo”, la verdad es que sabes que no te gustaría que te estuvieran haciendo lo mismo… a menos de que sea un juego totalmente abierto y con aceptación de todas las partes interesadas. Personalmente este tipo de experiencias al final terminaron en desastre. Lo que no podré negar es que a veces me divertí, fue digamos un “placer culpable”. Además ¿acaso el salir con distintas personas no es una forma de “degustación” en la que ves realmente que platillo te gusta más? Fuera de que nunca fui exitosa con este tipo de cosas, considero que no tiene nada de malo hacerlo, y quien esté libre de culpa que tire la primera piedra.

Adelaida, una de mis amigas más atrevidas me dijo cuando le pregunté sobre el tema, “a mi no me importa salir con varios a la vez, ellos también lo hacen y no significa nada. Es obvio que esta actitud puede meterte en problemas a veces, pero la verdad es que si un hombre quiere mi exclusividad tiene que ganársela.” Por el contrario, Lourdes, una amiga mucho más conservadora me dijo “yo para nada salgo con varios, voy de uno en uno, quién dijo que era algo “trendy” el salir con varios a la vez, que lo hagan las de Sex and the City, es una fantasía que en la vida real no funciona.”

Supongo que salir con varias personas a la vez depende mucho de la época de la vida por la que estés pasando y del tipo de persona que seas. Pero prácticamente todas mis amigas solteras después de los 30 han decidido que es la mejor forma de escanear al hombre de sus vidas de entre la muchedumbre. “Es mejor salir con varios al mismo tiempo, ya no tienes tiempo de ir poco a poco. Así, si uno no funciona ya tienes a otro como repuesto. Es más práctico, haces un estudio de marcado más amplio con una muestra poblacional mayor y el resultado tiende a ser más certero.

Yo ya no tengo tiempo para dedicarle a un solo hombre, salgo con varios con la esperanza de que entre ellos esté el indicado y cuando llegue prometo mantenerme ahí” me dijo Juliana, mercadóloga, 36 años. Me pareció práctica su respuesta, aunque en realidad no creo que el encontrar al amor de tu vida sea una cuestión de muestreo. Al final lleva ya varios años utilizando este método y no parece haber indicios de estar cerca de su objetivo, quizá es una de esas personas que descubrió que es mucho mejor el camino que el destino en si mismo, sobre todo cuando este implica monogamia.

Supongo que salir con uno o varios a la vez es cuestión de personalidad, es posible que no sea algo para todos. Y tú, ¿crees que es aceptable salir con varios chicos a la vez?, ¿lo has hecho?, ¿te has metido en problemas o ha resultado provechoso para encontrar algo más que una cita al cine?

Lo que NO debes hacer en tu boda

Por: Eugenia Correa, el 17 de enero de 2011, 05:10 AM


Justo estoy pasando por la etapa de la vida en que cada fin de semana tengo una boda. Es una epidemia y no me salvé de ella, me casé por todas las de la ley, con vestido blanco, flores, baile y estoy segura de que Martha Stewart hubiera estado orgullosa de mi fiesta.


Lo que sí, no puedo negar es que en este proceso me convertí en una “Bridezilla” cualquiera (aún si antes había jurado que jamás sería así, pero ya saben lo que dicen… más pronto cae un hablador). Histérica y loca hasta el final logré tener un día de sueño como no pensé que se pudiera tener. Lo cierto es que hoy, y viéndolo en retrospectiva, sé que hubiera hecho muchas cosas distintas, no porque la haya pasado mal pero la experiencia enseña y entonces te das cuenta de que si alguien te lo hubiera dicho antes quizá todo hubiera sido más fácil. Es lo malo con las bodas… que solo tienes una vez para hacerlo bien, a menos de que seas Liza Minelli, por supuesto.

Y aunque consultes a los expertos, muchas veces no hay mejor consejo que el que va de novia a novia. Por eso, y aprovechando que todas mis amigas se están casando, pregunté a muchas de ellas qué hubieran hecho diferente para ese día. Aquí algunas de sus respuestas que espero les sirvan a todas aquellas novias que estén por dar el "sí" para que ese día les salga de maravilla y sea inolvidable. 





-No te endeudes para financiar tu boda

Es importante hacer un presupuesto realista y apegarte a él. Fuentes de chocolate, juegos pirotécnicos y un vestido de diseñador pueden hacerte perder el piso, pero eso puede hacer que comiences tu vida de casada con deudas y créeme eso se paga muy pero muy caro. Primero mira cuál es tu presupuesto y sobre eso haz una lista de prioridades, dedicando más a lo que valoras más – la comida, las flores, las fotos…



-No seas la encargada de tu propio evento


Aunque hoy en día muchas novias contratan un organizador de bodas, muchas otras piensan que es un gasto inútil pues en realidad ¿quién no puede planear una fiesta cierto? En mi experiencia personal, pasé meses pensando que no debí haber contratado a mi “wedding planner” pero el día del evento la valoré como oro. Ella hizo que todo fluyera mucho mejor. Creo que si es un gasto que te prefieres evitar, entonces busques a alguien de la familia para encargarse y hacerse responsable ese día de cualquier problema que surja pues tu no querrás estar resolviendo eso mientras todos la pasan mejor que tu en tu propia fiesta.




-No dejes de hacer el acomodo de mesas

Aún si cuando lo estas haciendo parece una pesadilla, y ¿por qué no mejor dejar a todos libertad para sentarse donde quieran?, la realidad es que dejar de hacerlo puede provocar mucho caos. Mesas quedan sobrepobladas, otras vacías, los del banquete luego no saben ni qué hacer. Al dejar a tus invitados saber donde se sentarán eliminará el caos y la confusión y hará que la gente no se preocupe por donde sentarse y sí en pasársela bien.



-Disfruta la comida de tu boda

Pasas años pensando en qué servir, haces pruebas de menu, pero ese día estás tan eufórica que en lo último en que piensas es en probar tu propio banquete. Date un tiempo para disfrutarlo y en ese sentido funciona muy bien hacer una mesa familiar o con amigos, pues si los novios se sientan en una mesa solos terminan por no comer o por estar siempre lejos de los demás.



-No dejes de contratar a un fotógrafo profesional


Con tantos gastos y con tanta gente que hoy día tiene una cámara puede parecer un exceso contratar a un fotógrafo, pero la realidad es que aún si todos tenemos cámaras en el teléfono, al pasar de los años querrás tener algo más que eso para recordar ese día. Existen fotógrafos para todo tipo de presupuestos y días después, cuando estés mirando fotos de cosas que ni viste pasar realmente lo agradecerás.



-No pases 24 horas durante un año planeando un evento de un día

Este es un tip personal. Después de haber sido una loca histérica que casi acaba con la paciencia y el amor de su novio, madre y hermanas, tengo que confesar que después de la boda me di cuenta que había cosas mucho más importantes que pelear por elegir el postre de chocolate sobre el de manzana… Hacer un plan de trabajo y no dedicarle más de una hora diaria al asunto hubiera sido suficiente y mi boda hubiera quedado igual de bien. Lo que antes de la boda parece cuestión de vida o muerte… no lo es. Yo lo aprendí a costa de mis nervios y los de casi toda mi familia.

Y tú, ¿ya te casaste? ¿Qué consejos darías a una novia para que no cometa tus mismas equivocaciones?

4 cosas que hacen a un hombre sexy

Por: Eugenia Correa, el 25 de enero de 2011, 04:10 AM

Cuando pensamos en un hombre sexy la mayoría de las veces vienen a nuestra mente Brad Pit o Johnny Depp en una portada de revista mostrando su musculatura perfecta. En 2010, la revista People, nombró a Ryan Reynolds el hombre "Más Sexy" junto con otros bombones de la pantalla y si miras sus fotos verás que no se equivocaron.

Pero aunque ellos son realmente esculturales, en la vida real todas las mujeres tenemos distintas formas de calibrar lo sexy y generalmente va mucho más allá de un par de bíceps como rocas y un six pack perfecto. Lo que hace a un hombre sexy son cosas que muchos hombres pasan por alto y creen que si van 24/7 al gimnasio lograrán conseguir más mujeres que un sultán, cuando en verdad estamos buscando otras cosas.

Aquí cuatro básicos que complementan lo sexy:

1 -Aunque generalmente la apariencia física es importante a la hora de buscar pareja, un hombre bello muestra salud y eso genéticamente nos parece atractivo pues implica mayores oportunidades de supervivencia de nuestra descendencia, en realidad existen muchas otras características que nos hacen evaluar a un hombre como sexy. Socialmente hemos evolucionado y aunque la genética no deja de ser importante buscamos otras cosas en una pareja.

“Estudios hechos por el psicólogo de la Universidad de Texas, David Buss, han mostrado que tanto para hombres como para mujeres, la bondad y capacidad de mostrar cariño son unas de las cualidades más importantes en una pareja.

El cortejo consiste principalmente en muestras de simpatía, en las que una pareja potencial intenta probar cuán compasiva puede ser, como cualquiera que haya visto a una pareja reciente cerca de niños o mascotas puede atestiguar,” asegura un artículo recientemente publicado por la revista New Yorker.



2 -Otra cualidad que hace a un hombre sexy es su nivel de confianza. Un hombre que va por la vida seguro de si mismo, aun si no tiene el abdomen de lavadero, resulta mucho más guapo frente a las mujeres. Estoy segura que todas nosotras hemos tenido ese “crush” con un hombre que aunque no es un dios griego, tiene un no sé qué que nos vuelve locas.

Si lo analizamos probablemente sea porque es un chico que es líder, no hace lo que otros le dicen que haga y sabe lo que quiere. Y no estoy hablando de un narcisista sino simplemente de un hombre que da pasos firmes en la dirección correcta.



3 -Sentido del humor. No hay de otra, un hombre que puede hacer reír y sobre todo que sabe reírse de sí mismo tiende a ser mucho más sexy. Simplemente piensen en Jack Black o hasta Zach Galifianakis, si el sentido del humor me lo permite.

Son hombres que han conquistado Hollywood con una sonrisa y eso es súper sexy. Al final todas las mujeres sabemos que la belleza se acaba pero un hombre que siempre te puede hacer reír resulta mucho mejor pareja a la larga.



4 -Estabilidad. Un hombre que tiene bien resuelto su juego, emocional, social y financieramente hace que una mujer se sienta protegida, y aunque realmente hoy somos independientes y sabemos no los necesitamos para estar bien, un hombre que te haga sentir segura siempre es sexy, de eso no hay duda.


Y para tí, ¿qué otras características hacen a un hombre sexy?

5 alimentos que jamás comerías si supieras cómo se hacen

La mayoría de las personas prefiere no saber cómo se elaboran ciertos alimentos. Si no estás en ese grupo, seguí leyendo. Te vas a enterar con qué ingredientes se hacen algunos productos que comemos muy seguido. Eso sí: cuando llegues al final de la nota, puede que no los quieras volver a probar.


1. Gelatina
Si existe un producto inofensivo, ese es la gelatina. Es un alimento libre de colesterol, sin conservantes ni aditivos, que los médicos recomiendan para prevenir la osteoporosis y la artrosis, entre otras bondades. Sin embargo, bajo su aspecto inocente se oculta un monstruo de faena. Está formada por un 90% de proteínas obtenidas del colágeno. ¿Cuál es la materia prima del colágeno? Los recortes de piel sin curtir del ganado vacuno y los descarnes frescos de cabeza y huesos, que se desgrasan y trituran antes de las 24 horas del sacrificio del animal, para transformarlos en oseína. Tras lavarlos varias veces con ácido, los cueros y la oseína se exponen a una solución de cal, entre 5 y 10 semanas. La sustancia extraída es luego esterilizada a 145 grados y rápidamente se la enfría para solidificarla. De ahí, puede ir directo tu cocina.


2. Surimi (también conocido como palitos de centolla)
El surimi es una pasta de pescados de carne blanca que lleva saborizantes y colorantes para simular centolla. Pero de pescado conserva poco. Para prepararlo se desmenuzan especies de abadejo, caballa, bacalao y merluza. La mezcla se enjuaga repetidas veces y luego pasa por una máquina que recalienta y enfría el revoltijo sucesivamente. Al cabo de cuarenta minutos, sólo queda un gel al que se agrega almidón, saborizantes, clara de huevo, sal, azúcar, conservantes, colorantes, glutamato monosódico y un largo etcétera de ingredientes. El producto es luego congelado y después se arman los bastoncitos que tienen un color rojizo por fuera.


3. Queso de cerdo
Cabría suponer que es otro derivado lácteo. Pero nada más lejano a la realidad. Este embutido, que se vende en forma de barra rectangular, se elabora con caldo de carne de la cabeza del cerdo (por eso también se lo conoce como queso de cabeza). Para cuajar el menjunje de ingredientes faciales se aprovecha el colágeno de la cabeza. Está muy difundido en Europa y su receta varía de país en país. En Bulgaria le agregan patitas. En Alemania se lo conoce como schülz y masticándolo podés encontrar pedacitos de cuero y pelos.



4. Morcilla
Componente esencial de cualquier asado, es un embutido de sangre de cerdo coagulada. Hasta acá, no es noticia. Pero la forma en que se prepara sí. Primero, se lavan las tripas de porcino con jabón blanco y limón repetidas veces, hasta dejarlas sin olor. El relleno se prepara con un litro de sangre sin coagular, que se vuelca en una olla y se condimenta con ajo, ají, cebolla, azúcar, sal y orégano. Tras hervir los ingredientes, se ata un extremo de la tripa y se introduce la sangre por el otro con un embudo. Después se cierra y se hierve nuevamente durante treinta minutos. Si al masticar notamos algo duro en la boca, como un cartílago, es porque en muchos casos se agregan huesos triturados de cabeza en la olla.


5. Paté
Es un favorito de las picadas, del que casi nadie sabe a ciencia cierta qué lleva. Se elabora con el descarte de vísceras y de carne de diferentes animales, como vacas, cerdos y patos. Para lograr la textura, el sabor y la consistencia que conocemos, se agregan harinas, especias, leche, conservantes y otros varios aditivos, para luego tratar con calor. Aunque predomina el sabor a hígado, no es el ingrediente que más abunda en la mezcla.

Por Jorge Luis Fernández