viernes, 28 de enero de 2011

Lo que NO debes hacer en tu boda

Por: Eugenia Correa, el 17 de enero de 2011, 05:10 AM


Justo estoy pasando por la etapa de la vida en que cada fin de semana tengo una boda. Es una epidemia y no me salvé de ella, me casé por todas las de la ley, con vestido blanco, flores, baile y estoy segura de que Martha Stewart hubiera estado orgullosa de mi fiesta.


Lo que sí, no puedo negar es que en este proceso me convertí en una “Bridezilla” cualquiera (aún si antes había jurado que jamás sería así, pero ya saben lo que dicen… más pronto cae un hablador). Histérica y loca hasta el final logré tener un día de sueño como no pensé que se pudiera tener. Lo cierto es que hoy, y viéndolo en retrospectiva, sé que hubiera hecho muchas cosas distintas, no porque la haya pasado mal pero la experiencia enseña y entonces te das cuenta de que si alguien te lo hubiera dicho antes quizá todo hubiera sido más fácil. Es lo malo con las bodas… que solo tienes una vez para hacerlo bien, a menos de que seas Liza Minelli, por supuesto.

Y aunque consultes a los expertos, muchas veces no hay mejor consejo que el que va de novia a novia. Por eso, y aprovechando que todas mis amigas se están casando, pregunté a muchas de ellas qué hubieran hecho diferente para ese día. Aquí algunas de sus respuestas que espero les sirvan a todas aquellas novias que estén por dar el "sí" para que ese día les salga de maravilla y sea inolvidable. 





-No te endeudes para financiar tu boda

Es importante hacer un presupuesto realista y apegarte a él. Fuentes de chocolate, juegos pirotécnicos y un vestido de diseñador pueden hacerte perder el piso, pero eso puede hacer que comiences tu vida de casada con deudas y créeme eso se paga muy pero muy caro. Primero mira cuál es tu presupuesto y sobre eso haz una lista de prioridades, dedicando más a lo que valoras más – la comida, las flores, las fotos…



-No seas la encargada de tu propio evento


Aunque hoy en día muchas novias contratan un organizador de bodas, muchas otras piensan que es un gasto inútil pues en realidad ¿quién no puede planear una fiesta cierto? En mi experiencia personal, pasé meses pensando que no debí haber contratado a mi “wedding planner” pero el día del evento la valoré como oro. Ella hizo que todo fluyera mucho mejor. Creo que si es un gasto que te prefieres evitar, entonces busques a alguien de la familia para encargarse y hacerse responsable ese día de cualquier problema que surja pues tu no querrás estar resolviendo eso mientras todos la pasan mejor que tu en tu propia fiesta.




-No dejes de hacer el acomodo de mesas

Aún si cuando lo estas haciendo parece una pesadilla, y ¿por qué no mejor dejar a todos libertad para sentarse donde quieran?, la realidad es que dejar de hacerlo puede provocar mucho caos. Mesas quedan sobrepobladas, otras vacías, los del banquete luego no saben ni qué hacer. Al dejar a tus invitados saber donde se sentarán eliminará el caos y la confusión y hará que la gente no se preocupe por donde sentarse y sí en pasársela bien.



-Disfruta la comida de tu boda

Pasas años pensando en qué servir, haces pruebas de menu, pero ese día estás tan eufórica que en lo último en que piensas es en probar tu propio banquete. Date un tiempo para disfrutarlo y en ese sentido funciona muy bien hacer una mesa familiar o con amigos, pues si los novios se sientan en una mesa solos terminan por no comer o por estar siempre lejos de los demás.



-No dejes de contratar a un fotógrafo profesional


Con tantos gastos y con tanta gente que hoy día tiene una cámara puede parecer un exceso contratar a un fotógrafo, pero la realidad es que aún si todos tenemos cámaras en el teléfono, al pasar de los años querrás tener algo más que eso para recordar ese día. Existen fotógrafos para todo tipo de presupuestos y días después, cuando estés mirando fotos de cosas que ni viste pasar realmente lo agradecerás.



-No pases 24 horas durante un año planeando un evento de un día

Este es un tip personal. Después de haber sido una loca histérica que casi acaba con la paciencia y el amor de su novio, madre y hermanas, tengo que confesar que después de la boda me di cuenta que había cosas mucho más importantes que pelear por elegir el postre de chocolate sobre el de manzana… Hacer un plan de trabajo y no dedicarle más de una hora diaria al asunto hubiera sido suficiente y mi boda hubiera quedado igual de bien. Lo que antes de la boda parece cuestión de vida o muerte… no lo es. Yo lo aprendí a costa de mis nervios y los de casi toda mi familia.

Y tú, ¿ya te casaste? ¿Qué consejos darías a una novia para que no cometa tus mismas equivocaciones?

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