domingo, 17 de abril de 2011

Pareja: 4 señales de fracaso

Por: Luza Alvarado
Siempre nos han dicho que la vida en pareja es una moneda al aire: aunque intentemos calcular probabilidades, nunca podremos predecir el resultado. Y es que el ser humano no es una realidad limitada, cuantificable o medible, sino un ser complejo, un misterio atravesado por el azar, la historia y las circunstancias. Sin embargo, conscientes del reto que implica hoy la vida en pareja, hay quienes se han dado a la tarea de estudiarla con seriedad y profesionalismo para hacerla, si no más sencilla, por lo menos no tan intrincada, escurridiza o fallida.
El investigador y terapeuta John Gottman, profesor emérito de la Unviersidad de Washington, dirige desde hace varios años -junto con su esposa, Julia Schwartz-, varios estudios sobre la pareja desde el Relationship Research Institute. Gracias a su experiencia, el Dr. Gottman ha podido identificar a los llamados "cuatro jinetes del Apocalipsis", es decir, las cuatro actitudes que llevan a una pareja al fracaso, así como algunas estrategias para resolver los conflictos que las generan.
Actitud defensiva. Esta reacción significa, en otras palabras, que uno se está lavando las manos para inculpar al otro. Es como decirle: "tú eres el problema, no yo". Cuando nos ponemos a la defensiva, lo que hacemos es demeritar los motivos del otro, lo invalidamos al decirle que su reclamo es injustificado o exagerado. Ponerse a la defensiva sólo empeora el conflicto y coloca más obstáculos en el camino a la resolución de un problema. El Dr. Gottman aconseja que antes de instalarnos en posición defensiva, tratemos de entender la naturaleza del reclamo que está haciendo nuestra pareja, qué fue lo que detonó su reclamo y qué es lo que necesita que no le estamos dando.
Crítica destructiva. Por el simple hecho de ser humanos, somos defectuosos. Así que no debemos sentirnos atacados cuando alguien nos haga un reclamo. Sin embargo, hay que conocer la diferencia entre una observación y una crítica destructiva. Una queja sería: "Habías quedado en sacar la basura, ¿por qué no lo hiciste?"; una crítica: "Por qué nunca puedes recordar nada, eh, te tengo que decir las cosas cien veces para que las cumplas". La primera es una queja justificada. La segunda también, pero lleva una ofensa implícita. 
Desdén o menosprecio. Éste se puede expresar de muchas maneras, más o menos sutiles o encubiertas: sarcasmo, cinismo, sobrenombres, burla, boicot, humor hostil. Cuando la pareja actúa con desdén es imposible resolver un problema. Dice el Dr. Gottman que si nos descubrimos reaccionando con desdén, lo mejor es alejarse un momento para no empeorar las cosas o lastimar a nuestra pareja; hay que tomar distancia, tranquilizarse y, sobre todo, tener en mente que a cierta edad, esas actitudes son infantiles, pues se trata de berrinches que ponen en evidencia nuestra incapacidad para dialogar.
Cerrazón. Tanto hombres como mujeres somos dados a construir un muro de indiferencia ante las peticiones del otro. Sin embargo, el Dr. Gottman encuentra que los hombres son más dados a ello. Este proceso implica cerrarnos completamente a las peticiones del otro, no porque no lo amemos sino porque no tenemos herramientas o voluntad de resolver el conflicto que nos representa. Por ejemplo, en una conversación abierta se dan señales visuales, gestuales o vocales (aunque sean monosílabos) de que el otro efectivamente está escuchando. En cambio, cuando alguien adopta una actitud cerrada, no hay retroalimentación de ningún tipo, el individuo desvía la mirada o se queda más mudo que una tumba, imposibilitando la comunicación.
El Dr. Gottman dice que construimos murallas porque, muy probablemente, estamos abrumados por los gritos o los reclamos. Sin embargo, es necesario comunicarle a nuestra pareja que no estamos en disposición de dialogar y que sería mejor dejarlo para otro momento. Pero una vez que estemos más serenos, hay que retomar el asunto. Ahora bien, si esto se repite cada vez que hay un conflicto, no es que estemos evitando una pelea mayor, más bien estamos evadiendo el problema, si no es que el compromiso que implica tener una relación de pareja.

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